La competencia perfecta
Es una representación idealizada de los mercados de
bienes y de servicios en la que la interacción recíproca de la oferta y la
demanda determina el precio. Un mercado de competencia perfecta es aquel en el
que existen muchos compradores y muchos vendedores, de forma que ningún
comprador o vendedor individual ejerce influencia decisiva sobre el precio.
Para que esto ocurra, debe cumplirse estos siete elementos:
- Existencia de un elevado número de oferentes y demandantes. La decisión individual de cada uno de ellos ejercerá escasa influencia sobre el mercado global.
- Homogeneidad del producto. No existen diferencias entre los productos que venden los oferentes.
- Transparencia del mercado. Todos los participantes tienen pleno conocimiento de las condiciones generales en que opera el mercado.
- Libertad de entrada y salida de empresas. Todas las empresas, cuando lo deseen, podrán entrar y salir del mercado.
- Libre acceso a la información.
- Libre acceso a recursos.
- Beneficio igual a cero en el largo plazo.
La esencia de la competencia perfecta no está
referida tanto a la rivalidad como a la dispersión de la capacidad de control
que los agentes económicos pueden ejercer sobre la marca del mercado. Cuando se
viola o no se cumple con alguno de los requisitos para la competencia perfecta
se produce un fallo de mercado.
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